Durante diez semanas, el país ha hecho un gran esfuerzo para enfrentar el Covid-19 que se refleja en las cifras sobre contagios y muertes. Pero ese esfuerzo está pasando la factura, y ahora demanda acciones que permitan recuperar la vida normal para evitar las consecuencias sociales y económicas que ya son una realidad.

La incertidumbre alrededor de la pandemia en la cual nos encontramos ha girado en torno a estimar cuándo se podría encontrar una vacuna o tratamiento para erradicar o tratar el Covid-19. Sin embargo, hay un aspecto importante el cual no ha sido lo suficientemente debatido por la comunidad internacional: cómo distribuir esta vacuna y cuál sería su costo.

El virus Sars-CoV-2 es simplemente eso, un virus. Uno de efectos muy leves, muchas veces imperceptibles, en la inmensa mayoría de los casos. Y que induce la muerte de personas vulnerables, por ya padecer otras patologías, en menos del 0,01% de la población. No es el más contagioso ni el más letal de los que la humanidad ha conocido.

Según el Ministerio de Salud, en el día martes, por ejemplo, hubo 1481 pacientes que se sanaron del Covid-19 en Colombia, en comparación con las 1340 personas que se infectaron con el virus.

Brasil llegó este martes a los 31.199 muertos por coronavirus, con un récord de 1.262 fallecidos registrados en 24 horas, en momentos en que varios estados retoman algunas actividades, tal como lo preconiza el presidente Jair Bolsonaro pese a las advertencias de la OMS y de epidemiólogos.

Correa es el primer congresista del país contagiado por coronavirus, pero otros funcionarios del Gobierno Nacional ya han dado positivo para la enfermedad en el país.