Estudiante ganadora del premio “Afrocolombiano del año”

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Whitney Córdoba Grueso, estudiante de último semestre del programa académico de Medicina y Cirugía de la Facultad de Salud-Universidad del Valle, fue elegida ganadora en la categoría “joven” en la quinta versión del premio “Afrocolombiano de año”. Este premio es una iniciativa de la Fundación Color de Colombia y el diario El Espectador que cuenta con el apoyo de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos, USAID. Los premios tiene como finalidad reconocer el aporte de la población afrodescendiente al desarrollo del país en diferentes áreas.

Whitney Córdoba (en el centro en la fotografía), de 25 años, ha hecho parte de la Asociación Científica de Estudiantes de Medicina de la universidad del Valle, ACEMVAL, perteneció al Consejo Directivo de la Asociación de Sociedades Científicas de Estudiantes de Medicina de Colombia, ASCEMCOL. Fue delegada de la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina, IFMSA, por sus siglas en inglés, para la representación de los estudiantes de medicina ante el 52 Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud, en Washington, EE.UU, y, hasta el mes de octubre de 2014, actuó como Coordinadora Regional de las Américas para el Programa de Intercambios Profesionales de la IFMSA. Simultáneamente, trabajó como directora de relaciones públicas y comunicaciones del International Journal of Medical Students. Actualmente cursa primer semestre de la Maestría en Epidemiología, en la Escuela de Salud Pública de la Universidad del Valle, en la modalidad de “internado especial”

La ceremonia de entrega de los premios se realizó en la Universidad Jorge Tadeo Lozano el 11 de diciembre de 2014. Durante el evento fueron galardonados otros 12 afrocolombianos, candidatos al premio en sendas categorías.

A continuación presentamos la entrevista realizada a Whitney Córdoba con motivo de este reconocimiento.

Grupo de Comunicaciones: ¿Cómo fue el proceso de la candidatura a los premios?

Whitney Córdoba: Yo he venido siguiendo la convocatoria durante los últimos dos años, ya que tengo algunos amigos que han sido nominados a estos premios. Este año, cuando salió la convocatoria, me dí cuenta de que los perfiles que buscaban correspondían a los de algunas personas a las que conozco y admiro, por lo que tuve la iniciativa de postularlas. Durante ese proceso, me di cuenta que también mi perfil se acercaba a los términos de la candidatura y envié mi postulación. Me sorprendí mucho al enterarme de que mi candidatura había sido aceptada y que hacía parte de las tres personas candidatas al premio, tanto más porque los otros dos candidatos tienen un alto perfil y un reconocimiento importante de su quehacer académico y profesional.

GC: ¿Cuáles fueron los criterios que se tuvieron en cuenta para otorgar el premio?

WC: Los organizadores buscaban personas que hayan realizado aportes destacados a la comunidad afrodescendiente o que, siendo afrodescendientes, se destacaran en sus respectivas áreas contribuyendo al buen nombre y desarrollo del país. Cada categoría tenía, además, sus requisitos específicos. Evaluar y valorar el cumplimiento de estos requisitos era la tarea de un jurado. Este año la competencia tuvo una particularidad y fue que, además del puntaje del jurado, se tenía en cuenta la votación del público a través de las redes sociales. Para mí, el hecho de hacer parte del grupo de los nominados ya era un motivo de orgullo, porque eso lo convierte a uno en un referente positivo para otras personas.

GC: ¿Qué responsabilidades conlleva el ser ganadora de este premio?

WC: Nosotros, más que gozar del reconocimiento, tenemos la responsabilidad de aprovechar este reconocimiento que nos han dado las instituciones organizadoras y los medios de comunicación para visibilizar el trabajo nuestro y de nuestras comunidades. Este es un primer paso para un proyecto que viene más adelante que tiene como propósito aprovechar los conocimientos, experiencias e intereses de las personas que han estado nominadas al premio para trabajar en pro del desarrollo de la comunidad afrocolombiana: se tiene pensado generar propuestas de inclusión, educación y comunicación relacionadas que salgan desde “Afrocolombiano del año” y se articulen a procesos externos.

GC: Más allá de la satisfacción y de los proyectos institucionales derivados del premio, ¿qué te aporta a tí en tus proyectos personales este reconocimiento?

WC: Yo siento la necesidad de trabajar por beneficio de las comunidades; mi proyecto como profesional es hacer investigación en y para el beneficio de la sociedad. Ahora estoy adelantando mis estudios de Maestría en Epidemiología, donde espero adquirir las herramientas y desarrollar las competencias necesarias para investigar de tal manera que el nuevo conocimiento se articule con las políticas públicas que benefician a toda la ciudadanía. Eso es un proceso que requiere entrenamiento, una red de trabajo y relaciones muy fuerte. Yo soy muy optimista en ese sentido y espero poder hacer mucho.

GC: Durante tu formación académica has realizado un trabajo muy activo de liderazgo estudiantil. ¿Qué es lo que ha motivado ese ejercicio?

WC: No sabría explicarlo, solo sé que lo disfruto. Siempre en cada actividad se aprende algo que sirve para el resto de la vida y que se puede articular con los proyectos y metas que uno tenga. Es una cuestión de gusto, por un lado, y por otro es darme cuenta que yo no soy solo médica: también soy mujer, soy ciudadana, soy hija, hermana y muchas más. Todas las actividades de la vida cotidiana deben alimentar lo que soy, más allá de mi profesión.

A mí me gustaría que muchos otros estudiantes pudieran tener experiencias similares a la mía. A mis compañeros y colegas yo les invito a que exploren actividades que vayan más allá de lo académico, que no descuiden otros intereses o pasiones, sino que busquen la manera de articular todos esos procesos. Sin embargo, también creo que el compromiso de los programas académicos de las universidades con la formación integral y humanística de sus estudiantes es una condición sine qua non para que esa articulación sea posible.