La caleña que ‘cura’ a los australianos

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Esta historia, la de Mónica Trujillo, comenzó en 1998. Y muy lejos de la ciudad donde se convirtió en médica cirujana. Por ese entonces, con un título de la Universidad del Valle que olía todavía a nuevo y el perfecto inglés que había aprendido en el colegio Colombo Británico, esta caleña llegó hasta Australia persiguiendo un sueño: hacer sus prácticas en un hospital de ese país, el Royal Brisbane and Woman’s Hospital.

Era como una fórmula que parecía recetada por el destino. Ella misma sospechaba que su estadía no sería larga, pero los planes al conocer a Elliot Wilson, médico psiquiatra australiano que luego se convertiría en su esposo y el padre de sus dos hijos.

Casi 17 años después de su llegada, Mónica no solo había construido un hogar, sino que vivía el orgullo de ser la primera mujer colombiana en recibir un AMC Certificate (Australian Medical Council). En otras palabras, en aprobar el examen de homologación que le permitió validar su título en dicho país. Una tarea “nada fácil”, como asegura su padre, el ingeniero Carlos A. Trujillo, quien en 1980 fue justamente rector de la Univalle.

Mónica lo recuerda hoy, de visita en su ciudad, a donde llegó con una hoja de vida brillante: tiene un máster en salud pública de James Cook University y el honor de pertenecer, desde 2009, al Royal Australasian College of Medican Administrators.

Tiene, además, el mérito reciente de haber creado un hospital virtual. Lo concibió en julio de 2012 tras ser contratada por la UnitingCare Health, organización privada prestadora de servicios de salud, que había ganado la convocatoria del gobierno australiano que un año atrás buscó la creación de un espacio de esa naturaleza.

Los directivos de la entidad creyeron que la caleña era la líder que podía sacar adelante un proyecto en el que se invertirían 96 millones de dólares australianos. Total, Mónica sumaba catorce años de experiencia en administración médica: había ejercido como directora ejecutiva del distrito de salud de Townsville, donde tuvo a su cargo la supervisión de cinco hospitales, centros de salud comunitarios e instalaciones para adultos mayores.

Contaba además con el mérito de haber sido la primera persona con un cargo inusual entre los profesionales de la salud: ser jefe de sistemas de información de médicos.

“Cuando me plantearon la propuesta no me pude resistir, aunque iba a estar en una posición muy crítica pues debía diseñar la plataforma de sistemas que usarían los médicos y las enfermeras. Un trabajo que antes estaba reservado para técnicos”, cuenta.

El asunto, sin embargo, no le era del todo ajeno pues confiesa tener sangre de ingenieros. No en vano, por los días en que tener una computadora personal era algo exótico, su papá fue el primero en Cali en contar con una de ellas en casa de los Trujillo.

De esa pasión por la tecnología se había contagiado María Fernanda, su hermana, una ingeniera industrial que diseñó la red de trasmisión de datos de universidades (Red Farallones), considerada la más grande de su tipo en Colombia. Y su hermano Luis Eduardo, quien desarrolló un valioso programa de historia médica computarizada en la Clínica Oftalmológica.

Mónica, pues, quiso sumarse a esa historia familiar. Y fue así como el 13 de octubre de 2014 se abrieron las puertas del ST Stephen’s en Hervey Bay, el primer hospital cuyos servicios están integrados digitalmente. Es lo que en el mundo se conoce actualmente como el ‘eHealth’.

“Esto, sin duda, es el futuro de la medicina y tiene muchas ventajas frente al sistema tradicional. Les facilita las cosas a los pacientes, además todo queda almacenado en un lugar seguro, ya no es necesario guardar exámenes o fórmulas viejas”, asegura la doctora Trujillo.

El hospital, explica, es únicamente para pacientes que requieren una intervención quirúrgica y que luego, claro, necesitarán un proceso de recuperación. Una vez programada la cirugía, se le envía un link al paciente. Con este podrá diligenciar todos sus datos, tanto personales como médicos. Es como una historia clínica que reseña enfermedades, alergias, medicamentos que ingiere. Todo lo que los especialistas a los que deba acudir el paciente en el algún momento necesitarán saber para poder tratarlo.

Dicha información, agrega la doctora, queda almacenada en una plataforma a la que tienen acceso todos los médicos desde cualquier lugar. Esto, en la práctica, evitará que paciente y médico se vean obligados a diligenciar formularios.

Un año después de su puesta en marcha, Mónica Trujillo asegura que este hospital virtual ha mostrado grandes beneficios, especialmente “en el manejo de medicamentos pues hay mucha gente involucrada en su administración”.

Por ejemplo, si una enfermera le va a suministrar la droga a su paciente, puede a través de esa plataforma chequear que no sea alérgico y que sea la dosis indicada. Solo después de la confirmación de esos datos, se abrirá el cajón que almacena el medicamento para que ella pueda manipularlos.
Lo mismo sucede con la alimentación: “si se trata de un paciente diabético registrado en la base de datos, se podrá ver las opciones de lo que él puede consumir”, explica.

Y agrega que en Colombia hay cuatro hospitales que lideran el tema de la implementación de la tecnología en sus servicios: uno en Medellín, dos en Bogotá y otro en Bucaramanga. “Aquí en Cali se puede hacer, solo que se debe implementar la parte médica en el diseño. Les facilitaría mucho la situación a los usuarios”, dice. De eso está segura.

Texto y fotografía publicados por el diario “El País” el lunes 26 de Octubre de 2015